Tan pronto como se abrió la puerta principal, la luz del sensor se encendió automáticamente.

Aquellos que entraron en la tranquila sala bañada por una tenue luz escarlata se sintieron renovados.

Cuando regresaba a casa del trabajo a altas horas de la noche, su rostro estaba más oscuro de lo habitual e incluso parecía sombrío. Pasó por la sala oscura y se dirigió hacia la habitación de James.

Abrió la puerta con cuidado y miro el rostro del niño acostado en la cama.

James estaba profundamente dormido con sus pestañas negras bajadas.

Damián volvió a cubrir su pecho con la manta que el niño había tirado. Luego, después de mirar con cariño el rostro del niño dormido, cerró lentamente la puerta y salió.

Damián subió las escaleras y se dirigió al dormitorio.

Por supuesto, abrí la puerta pensando que Avery estaría dormida, pero no había nadie en el dormitorio.

Damián salió del dormitorio con una expresión de perplejidad en el rostro y miró hacia la otra habitación.

Y solo después de