Elliot siguió saludando y presentando a Amara y todo lo hizo en un perfecto italiano, que por supuesto Amara entendía.
Ella sonrió.
―Suenas lindo cuando hablas así.
―¿Lindo? ― Elliot frunció las cejas sin comprender y Amara apretó los labios para ocultar su diversión.
―¿Qué tal sexi? ¿Mejor así?