― ¡Te dije que te callaras, déjame en paz y no te metas conmigo! ¿Te queda claro? ― decía Leo cerrando su puño queriendo golpear a Marcos, amenazándolo con desprestigiar su carrera.
― ¿Qué me piensas hacer? ― preguntaba Marcos riéndose por lo que Leo lo apretando su cuello, a este punto él ya había perdido los estribos. ― ¿O solo me estás amenazando, señor Rosas? ― le pregunta Marcos burlándose.
― Ya te lo dije, no te metas conmigo porque soy capaz de desprestigiarte, señor Rivera ― le dijo Leo aventándolo, amenazándolo con hacerle su vida miserable.
― Eso te lo debería de decir yo a ti cuídate señor Rosas porque juro que soy capaz de destruirte ― le respondió Marcos de vuelta a estas alturas, ambos se odiaban a muerte.
― ¿Y debo tenerte miedo? ― pregunto Leo negando con la cabeza riéndose maliciosamente. ― Anda quiero saber qué me harás, muero por saber qué hará el señor Rivera ― contesto Leo retando a Marcos burlándose de igual manera.
― Solo te diré que tengas cuidado conmigo ― con