― No me perderás, Leo siempre estaré a tu lado sin importarme nada ― le contesto Eloísa tomándolo de la mano.
― ¿Cómo estás tan segura? ― le pregunto Leo negando con la cabeza pasándose las manos por su cabello.
― Porque sé que no eres ese ogro y ese tirano que aparentas ser ― le contesto Eloísa poniéndose al frente de, él. ― porque sé que eres distinto Leo lo puedo sentir aquí en mi corazón ― le dijo Eloísa de nueva cuenta, por lo que él agacha la mirada. ― Yo sé que tú sabes amar Leo ― le respondió Eloísa haciendo que él negara con la cabeza.
― No sé amar Eloísa, no sé si yo ― le dijo Leo callándose, estaba a punto de cometer la tontería de alejarla de nuevo.
― Claro que puedes, solo déjame amarte, Leo déjame entregarte cada latido de mi corazón ― le respondió Eloísa con los ojos llorosos.
― Enséñame a amar Eloísa, enséñame a ser una mejor persona, enséñame a amarte con cada fibra de mi ser, enséñame a no tener miedo de mostrar mis sentimientos ― le respondió Leo con los ojos brillo