Quien iba a decirlo, Isobel, no podía créelo, justamente en aquel momento se encontraba sentada en una mesa en el jardín
había todo tipo de dulces, todo tipo de postres, el té olía delicioso y sabía de maravilla, la verdad todo era encantador
exceptuando una sola cosa o tal vez, las dos mujeres que la observaban como si fuese no más que una molestia, como si fuese no más que un ser indeseado
mientras Kane, las observaba en forma de reto y el hombre a su lado, aquel que la había obligado a entrar a la villa en el campo, solo los ignoraba como si no fuesen nada importante
tanto así que tomaba el té con tanta tranquilidad, que ella decidió que, si no les gustaba que ella estuviese ahí, no se podía hacer nada
la verdad era que Asher Hunter era verdaderamente atemorizante, por lo que decidió que lo mejor que podía hacer en ese momento era relajarse
Él la había invitado por así decirlo, ¿quién era ella para negarse, Isobel, se encogió de hombros, parecía hablar consigo misma?
Por lo que tom