entregarnos el uno al otro por primera vez y luego ya no tendríamos que volvernos a ver.
Él quitó la bata del hospital que lo cubría y aunque podían verse sus heridas vendadas, las partes de su cuerpo que no lo estaban reflejaban su perfecta musculatura, Damian era un ser perfecto en cuanto a belleza se refería, era fornido, alto, poderoso, muy atractivo, su mandíbula era fuerte y su piel brillaba con un hermoso bronceado, sus ojos eran grises y eran capaces de hechizar a cualquiera y así es como me sentía en este momento en que él no dejaba de acariciarme y besarme mientras me miraba con amor y hambre.
— Te amo Mi Luna. — Susurró Damian a mi oído antes de deshacerse de mi última prenda y besarme.
él cuando intentó marcarme, no cooperé.. porque mi loba Eva no me dio señales , no me dejó hacer eso, así que le di otro beso en sus mejillas.
Luego, el bajo primero a mi zona íntima, dándome deliciosos besos ahí, que hacían que mi cuerpo se llenara de excitación y deseo hasta que me llevó