—Sí, al menos deberías darme la oportunidad de conocerme mejor.
Renata asintió y miró a Valerio con expectación. Él la ignoró y se volvió hacia Sofía.
—¿Por qué no pensaste en darme una oportunidad cuando me rechazaste en el pasado?
Las dos mujeres se sumieron en el silencio. El ambiente fue gélido por un momento, pero Sofía reaccionó con rapidez.
—Eso es porque sé que no me perseguías por interés: sólo querías competir contra Julio.
Valerio no tenía nada que decir en contra de su afirmación, y Renata dejó escapar un suspiro, aliviada. No sabía si Valerio estaba realmente enamorado de Sofía o no. Sofía era mejor en todos los aspectos y, lo que era más importante, era su jefa.
Afortunadamente, a Valerio no le gustaba Sofía.
—Si no tienes nada más que discutir, me iré.
Se levantó sin intención de continuar la charla.
Sofía no le detuvo, preocupada por si le causaba más vergüenza.
“Será mejor que se vaya ya y vuelva a ganar dinero para mí”, pensó.
Renata no quería que se fuera, pero sabía