Sofía lo miró y no quiso preguntar más. Si él lo decía, creería en su palabra.
—No te preocupes. Lo sabrás cuando conozcas a la persona adecuada. Alguien llegará algún día y tendrá un lugar en tu corazón —Sofía le sonrió y le consoló.
Rodrigo asintió, pensando lo mismo. Creía que encontraría a la persona adecuada, pero le llevaría tiempo.
Después, Sofía y Rodrigo cenaron juntos, y Rodrigo la acompañó de vuelta a la hacienda de los López.
Al día siguiente, todo eran noticias. Múltiples periódicos publicaron titulares en los que informaban de que Sofía y Rodrigo estaban saliendo juntos.
Sofía acababa de terminar una operación y se dio cuenta de que todos en el hospital la miraban de forma extraña. Instintivamente supo que algo no iba bien y sacó su teléfono para consultar las noticias. Como era de esperar, estaban relacionadas con ella.
Se quedó sin palabras. Sólo era una simple comida juntos, y Rodrigo estaba siendo un caballero al acompañarla a casa. ¿Cómo una cosa tan simple pudo ca