Tras retirar las bombas del cuerpo de Leo, los artificieros desactivaron otra junto a la entrada del vestíbulo antes de anunciar que habían terminado. Sólo entonces se dieron cuenta de que Leo nunca había planeado matar a nadie, sólo intimidarles. Podían haberse marchado cuando hubieran querido por cualquier otra entrada del vestíbulo.
Los invitados enfadados por lo ocurrido aprovecharon la oportunidad para acercarse a Leo y darle bofetadas y patadas con todas sus fuerzas.
Cuando los invitados se marcharon, Sofía recordó lo que se había dicho cuando Leo estaba a punto de hacerse con la garantía. Nadie más se había dado cuenta, pero Sofía había reconocido inmediatamente quién había hablado: Daniela Navarra.
Se giró para buscar a la mujer, que inmediatamente se escondió detrás de Óscar para escapar desu mirada abrasadora.
Óscar tampoco se veía muy bien en ese momento. Había oído hablar a Daniela durante aquel tenso momento, provocando así la ira de Sofía.
Con sorna, Sofía le advirtió:
—