Jaime tenía una expresión fría y estaba lleno de hostilidad.
—Esto es asunto mío y de María, ¡no te metas!
—¿Asunto tuyo? ¿Qué tienes tú con ella? —Sofía respondió con otra pregunta y se rio burlonamente—. María te dejó claro hace tiempo que no le gustas, ¿por qué insistes en acosarla?
—Julio, aléjate de aquí con ella, ¡o no te gustará lo que pase! —Jaime contuvo su ira y miró a Julio.
Aunque sabía que el otro estaba enojado, Julio no tenía intención de llevarse a Sofía.
—Basta. Así solo complicarás las cosas.
En opinión de Julio, si realmente le gustaba, debería perseguirla con sinceridad. ¿Qué sentido tenía hacerlo de esa manera?
—Entonces, ¿ahora prefieres a tu novia en lugar de a tu hermano? —Jaime rio ligeramente, con un toque de amargura en su voz.
Julio no respondió, pero sus acciones dejaban clara su decisión. Naturalmente, apoyaba a Sofía.
Jaime apartó la mirada de Julio y se dirigió a María:
—Te arrepentirás de tu elección.
Después de decir eso, se fue sin mirar atrás. Esta v