Oprimí el botón de enviar y por el contrario de sentir liberación no sentí nada. Me lavé el rostro y me dispuse a que cada vez que mi mente volviera a ella esquivaría cualquier recuerdo. Salí de la habitación y ahí estaba Aylin sentada.
—¿Todo bien? —Preguntó Aylin apenas salí del baño.
—Sí, todo bien — Dejé mi celular en la mesita a lado de la cama y me acerqué a ella. —¿En qué estábamos?
—En que debes cumplir tu castigo —Dijo ella sonriente.