Mundo ficciónIniciar sesión—Armenta manejaba una «casa de citas», el bar solo era la entrada al prostíbulo… No le vi problemas mientras pagara, además, aseguraba que las mujeres estaban ahí por iniciativa propia y así parecía… —Franco se sacude la cabeza con ambas manos y se recarga sobre el respaldo del asiento—. El dinero comenzó a dejar de llegar y… Giordano descubrió que no solo obligaba a las mujeres a prostituirse, sino que empezaba a meter niños al negocio. Eso es… grotesco.
Nora sonríe y baja la cabeza, recordando las palabras de Augusto:
—«Podrás ser un perro mafioso, pero eres un perro mafioso decente». —Sonríe de lado y ve de reojo a Franco, notando su sorpresa por la frase y esperando no haberlo ofendido.
—Déjame adivinar… ¿Augusto te dijo eso? —pregunta correspondiendo la sonrisa y Nora







