Tocan a la puerta, estamos en los jardines así que decido ir a ver quién es,
-Sí, que o a quien necesita -digo cordial.
-Por lo que veo no sabes quién soy, de lo contrario no me saludarías de esa manera -dice una mujer muy hermosa que se queda reparándome por todas partes.
-Pues la verdad, no tengo la dicha, o la desgracia de saber quién eres, déjate de rodeos y dime que quieres -exijo.
-Deseo ver a mi hombre, a mi amado -dice muy sínicamente.
Mi hermana observa todo y sale corriendo a la parte de adentro de la casa.
-Pues que yo sepa el único Hombre al que puedas decirle amado o tu hombre trabaja de chofer, ¿te lo llamo? Porque el otro hombre que hay por ahora en esta casa es mi esposo y su única amada soy yo -digo muy segura.
-Por lo que veo esta mosquita muerta está despertando -señala.
-No soy ninguna mosca muerta, tú debes de ser la perra que ha estado llamando a mi esposo o me equivoco Marcela -expreso molesta.
-Sí, soy Marcela, pero la única perra aquí eres tú respétame-grita y