20. No es un sueño.
- Feliz cumpleaños, señor Ferrer- susurró, volví a devorar sus labios, sin importarme que los demás nos vieran, nos separamos, y después la miré.
-¿Cómo es que. . .?
- ¿Estoy aqui?- completo mi pregunta- tu madre me pidió que viniera.
-¿Ella. . . te lo pidió?- dije sorprendido.
- Si, me dijo que ya no aguantaba más a un arrogante, impulsivo, dominante, y despiadado Gabriel, que sería mejor que viniera y te pusiera en tu lugar, dijo que te volviste insoportable, y que te molestabas a la menor provocación y. . . vine porque sé que todo eso es culpa mía - bajó la mirada, pero levanté su barbilla y la vi a los ojos.
- Eres la causante de algunas de esas cosas, pero, ya sabes como soy, no debe extrañarte mi comportamiento.
-Conmigo nunca has sido así, tal vez algo gruñón y arrogante - sonrió- pero nunca intolerante.
- Eso es porque a tí te amo, princesa.
-¿Aún me amas?, ¿después de todo lo que pasó?¿después de pedirte tiempo?.
Bajé una rodilla al piso, y tomé su mano, ella me miró sorpre