59° La propuesta... parte 2
Miro el entorno y me quedo completamente sorprendida: ¿cuándo tuvo tiempo de hacer todo esto?
Todo está lleno de velas encendidas, las cuales dan un suave resplandor delicado que da una ambientación cálida y romántica al sitio. Hay flores por aquí y por allá, música suave sonando, incluso hay un delicado aroma dulce flotando en el aire.
En la cama hay pétalos de flores y hasta forman un camino espaciado desde la entrada del cuarto hasta el mueble.
En las mesas de luz junto a la misma, hay cuencos redondos, casi como peceras, llenas hasta la mitad de agua y con más velas flotando en la superficie. Las cortinas están descorridas y permiten ver un hermoso cielo estrellado con la luna completamente llena, completando el ambiente perfecto que, imagino, mi pelinegro, y ahora prometido, ha planeado hasta el último detalle.
Su voz ronca y casi susurrante, suena junto a mi oído mientras sus brazos me rodean desde atrás, acomodándose en mi cintura y pegándome con delicadeza a su pecho.
-¿T