“Oh corazón latente, que fue cautivado por el amor”
Me despierto por la luz del día que se infiltra por las cortinas, parpadeo varias veces antes de sentarme en la cama y buscar con la mirada a Honey, este está en el piso mordisqueando uno de sus juguetes de goma, no sé en qué momento se bajó o quien lo ayudo, pero al verme despierta la criatura peluda empieza a mover su colita y ladrar con desesperación.
—Buen día mi corazón de melocotón —lo tomo en brazos. Beso su cabecita con mimo el no deja de moverse y lamerme. Me levanto para encaminarme hacia la puerta y dejarlo ir a la sala. Lo más seguro es que quiera su biberón y que Lucia lo deje ver caricaturas en la televisión.
Me quito la ropa para darme una ducha, hoy no iría a trabaja a la oficina, pero me encargaría desde aquí, y todo lo que necesite Mat se lo hare saber llamándole desde mi teléfono.
Abro la ducha y lo modero, cuando siento que la lluvia artificial esta como me gusta me sumerjo en cuerpo completo. Los recuerdos vivido