CAPITULO 61
En ese momento Darién venía acercándose hacía ellas después de despertar sin ver a Imery y preguntar a la servidumbre por su paradero.
Pero ninguna de las dos había notado la presencia del jovén Rey rubio acercándose a ellas debido a lo concentradas que estaban en su charla sería.
— ¡¿Entonces de que hablabas?! ¡Ahora eres tú la que se anda con rodeos! ¡Quiero una rápida respuesta! ¿Harás o no el resto con Tevyan y conmigo? — Preguntaba exigente y enojada Juriania.
— Muchas gracias por tan buena oferta de sentarme a no hacer nada y esperar a que el resuelva todo y simplemente irme siendo odiada, pero tengo que rechazarla.
Tap, tap, tap… Sonaban los pasos del joven Rey en la acera mientras se acercaba a ellas a unos ya escasos tres metros de distancia.
— ¡¿Estás demente?! ¡Es tu oportunidad de oro! ¿Quién no querría estar en tus zapatos? ¡Tendrás tu misión completa con el mínimo esfuerzo! ¡Tu rango en Chirth será elevado!
— No puedo hacerlo, algo así sería traicionar