Punto de vista Alessia

Esto debería ser entretenido. Ace y yo nos dirigimos al club. El lugar estaba lleno de gente, pero nuestros guardias empujaron a la gente para darnos espacio para entrar.

Me vendría bien un puto trago. La gracia era sin duda algo. Actuó como si fuera inocente, pero eso es una puta mentira gorda. Puedo oler a una perra a una milla de distancia. La perra estaba casada con Tony Hernández. Un puto jefe de la mafia. Que me jodan. Me hubiera encantado haberla estrangulado con el collar de perlas que llevaba, pero no lo hice. Eso sería muy travieso y yo soy un santo.

Podía oler el encanto del alcohol. El lugar era bullicioso y bastante ruidoso, típico de un sábado por la noche. Me volví para ver a un pequeño grupo de personas que consumen drogas. Doble follada. Quería esa mierda, pero no lo haré. El soberano podría llegar pronto o ya podría estar aquí. No quiero estar drogado y loco.

Mi guardia estaba levantada y no ayudó a que el lugar estuviera un poco oscuro. Había