CAPÍTULO 83: ÚLTIMA ADVERTENCIA
Katherine apenas puede contener las lágrimas que nublan su visión. Quiere creer en Anthony, aferrarse a la idea de que todo es un malentendido, pero ¿cómo hacerlo cuando las pruebas le gritan lo contrario? Con la mandíbula apretada, deja el arete sobre su escritorio como si quemara entre sus dedos y, sin decir una palabra más, se gira y sale de la oficina.
Katherine desciende al vestíbulo con el pecho oprimido, sintiendo que le falta el aire. Está harta. De las mentiras. De los secretos. De cargar con una verdad que la destruye poco a poco. ¿Con qué derecho puede reprocharle a Anthony haberle ocultado algo cuando ella ha hecho lo mismo? Ella también mintió. También lo traicionó al entregarle los documentos a Emanuele… aunque su razón había sido distinta.
Sale a las calles de Toscana sin rumbo fijo, limpiándose las lágrimas, pero nuevas toman su lugar. Su teléfono vibra con una notificación. No quiere mirarlo. Asume que es Anthony exigiendo respuestas.
Pe