Capitulo XXII. Hacer las paces.

Cipriano Mangolini.

Después de haber escuchado semejante aberración que, de hecho, se me hace muy difícil de comprender, termine echando a ese recién aparecido de mi casa. Aunque no se me hizo fácil echarlo de mi morada, se fue, no sin antes darme una mirada desafiante y una fuerte amenaza de que volverá a molestar.

Al haberme deshecho de él lo primero en que pensé es ir a confrontar a Maye, pero, pensándolo bien no es una buena idea. Así que voy directo a mi oficina para poder calmarme. Me tomo un trago de whisky y lo medito detenidamente. Decidido a intentar arreglar un poco las cosas con ella, me dirijo a la habitación.

Antes de abrir la puerta, tomo una bocanada de aire y entro. Lo primero que veo al entrar es a Eloísa hablándole amablemente a la mujer escurridiza mientras ella tiene una postura que denota inconformidad a sus palabras. Al verme hace una mueca que me desagrada y al mismo tiempo gira la silla colocándose de espaldas en mi dirección. Nunca pensé en tener que lidia
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo