Capítulo 132
—No crees que eso es extraño... ¿Crees que Sebastián…? —preguntó Edwin pero antes de que pudiera continuar, Andrew lo interrumpió.
—¿Por qué estás tan interesado en esos dos? —inquirió Andrew.
—¿No te da un poco de curiosidad saber? —respondió Edwin.
—Hay cosas que es mejor no saber. De lo contrario, solo crearías más problemas —explicó Andrew, decidido a no decirle la verdad a Edwin, ya que sabía cómo era de vocón—. Si estás aburrido, y tienes tanto tiempo libre, siempre puedes pasarte por la iglesia más cercana para orar por la recuperación de Jeremy —replicó Andrew.
—¡¿Cómo podría saber algo si te niegas a decírmelo?! —resopló Edwin—. Además, eres mayor que yo. ¿No deberías tomar la iniciativa de ir a rezar por Jeremy?
Antes de que Andrew pudiera responder, una mujer que caminaba apresuradamente con la cabeza gacha chocó contra el brazo de Edwin y se tambaleó varios pasos hacia atrás.
—Señorita, ¿por qué tiene tanta prisa? Ya estás en el hospital, ¿no? —la regañó