Milo frunció el ceño con curiosidad.
—¿Más qué?
—Vanidad —respondió ella con sinceridad—. Quiero poder caminar sola hacia el altar, quiero lucir un vestido de novia lindo, quiero poder bailar nuestra primera canción...
Milo sonrió mientras la abrazaba con fuerza y asintió, mientras aquel hermoso