FELIZ LECTURA!

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James tenía planeado decirles a sus padres que lo acompañaran a casa de Ángela, pero por lo que había pasado a noche que ni siquiera dormía bien otra vez lo puso en duda de decirles, sabía que ambos estaban molesto con él sobre todo su madre cuando se enteró de que él había puesto seguro. Se enteró cuando María fue a llevarle la cena y James no pudo escucharla porque se quedó dormido con el bullicio en sus oídos, no pudo abrir la puerta y cuando su madre lo levantó eran las cuatro de la mañana, aún eran las cinco y seguía escuchando ese sermón de parte de su madre. 

—Lo siento por undécima vez Мамочка —James se levantó de la cama para sentarse en la silla giratoria de su escritorio.

—No es que lo sientas James, de nada vale eso. Si me matas del corazón de nada valdrá un lo siento. 

—¿Y te vas a morir del corazón por qué cerré la puerta con seguro? нет

—Que vas a saber tú, tú no puedes saber lo que siente una madre; yo estaba muy nerviosa, James no dormí en toda la noche porque tu padre no quiso buscar la llave de tu habitación.

—Ya Мамочка lo siento, lo siento —James se levantó de la silla y le dio una abrazo, se había quedado por primera vez dormido con ropa y le sirvió para aquel momento—. No lo volveré hacer durante un tiempo, pero deberías acostumbrarte ya pronto seré un adolescente que necesita privacidad. 

¡—О Боже! ¡En dos días cumplirás tus 17 años ay моя любовь! Te gustaría un regalo específico —James pensó en pedirle algo que él necesita mucho, pero cuando recordó a su novia no dudó de que ese sería el mejor regalo para él.

—Sí.

—Oh, ¿A ver cuál?

—Quiero que por favor tú y papá me acompañen a la casa de Ángela.

—James, eso no es un regalo eso es pasar un mal rato.

—Pero ustedes son amigos pueden convencerlos. 

—Esa gente es difícil, si aún no aceptan que seas su amigo que será su novio.

—¿No aceptan que sea su amigo?

—Anna es una mujer difícil James, me dijo que solo te aceptaba porque eres mi hijo.

—Si me aceptaba entonces, vez; si me acepta como amigo por ti de seguro me aceptará como novio también.

—Eso no es tan fácil para una madre como ella.

—Мамочка please es mi cumpleaños ese es el regalo que quiero.

—Ah mi hijo que suerte esa niña.

—Ellos deberían de verlo también.

—Bien hablaré con tu padre, no pases palabras con él sabes que no esta feliz con lo de anoche, ahora ve a ducharte mi campeón hoy tienes un partido.

—Espero verte allá.

—Eso haremos.

—No hables por los dos —Fabiola acaricio si oreja con una media sonrisa y salió de la habitación, James no quería seguir en pleito con su padre, pero él debía reconocer que hace mucho estaba fallando como padre, ni siquiera recordaba la última vez que fue a unos de sus partidos es más, tener una charla de padre a hijo. Porque lo que se hizo hace dos días no se le podría llamar charla, un padre que estuviera interesado en saber como está verdaderamente su hijo se detiene aunque sea un minuto a hablar con él sin necesidad de que fuera por las fuerzas porque te paraste de la mesa del comedor enojado.

Fabiola entró a su habitación sobo su hombro mientras caminaba al lavabo, encontró a su esposo cepillando sus dientes y le dio varios toquecitos en la espalda. Dacre se sacó el cepillo de la boca y escupió la espuma en la lava manos.

—¿Cómo está?

—Ah —Fabiola suspiró mientras empezaba a maquillarse—. Estará bien mientras no vaya a esa casa.

—¿Cuál casa?

—La casa de los Forclov —Dacre suspiro poniendo el cepillo en su lugar al terminar de enjuagarlo. 

—No entiendo cuál es el problema de tu amiga ¿Por qué no lo quiere? James es un buen chico.

—Lo sé amor, pero no quiere que sean novios. Está con que su hija está muy joven para pensar en eso y otras barbaridades.

—Si volvemos a esa casa James sabrá que ta estuvimos allá, y si ya está enojado conmigo pies este será la tijera que corte el hilo.

—Espero que Ángela no se lo comente. Anna no sabía que James era su novio de Ángela y creo que ella no tenía pensado en decírselo. Cariño creo que hemos arruinado el noviazgo de nuestro hijo.

—Quien le arruina la vida es Anna a su hija ¿Tú serías así si James fuera chica?

—Ah, es un poco difícil, pero dándole un buen consejo podría aceptarlo, mi madre era una mujer que sabía aconsejar le hubiese dado los mismos consejos de no te dejes manosear, no te acuestes con él antes de tiempo, cosas así, pero no seria como Anna es un poco exagerado.

—Cosa he, eso nunca aprendió Anna, sabes muy bien que se casó con Andrés cuando apenas tenía diecisiete años. Es que no lo entiendo de verdad.

—Bueno, yo tampoco —Fabiola le dio dos toquecitos en la espalda y salió de la habitación, ya estaba vestida así que bajo de inmediato para ayudarle a María hacer el desayuno. María llegaba a las siete en punto a la casa y tenía su propia llave de entrada, tenía mucha confianza con la familia había empezado a trabajar con ellos cuando James tenía apenas dos años de edad, llegó de México con su marido porque tenía un buen trabajo en este país aunque en realidad desconocía lo que hacía su esposo. El hombre traía suficiente dinero a la casa y a pesar de que tenían tres hijos estudiando en escuelas privadas el dinero era suficiente en la casa sin embargo María no dejaba de trabajar, es una de esas mujeres que no pueden estar tranquilas esperando que le lleven el pan a la boca además sentía que sus hijos tenían una vida mejor cuando ambos trabajaban en la casa.

James terminó de vestirse, tomó el bulto donde llevaría el uniforme del equipo y sus Converse, el juego sería a medio día así que aún le quedaban las dos horas de la mañana y tocaba clases, gracias al cielo había tomado un tiempo en el día de prácticas para entregar el cuaderno a la maestra cascarrabias y ya no tenía que seguir pensando en ella hasta el lunes, puso su mochila en la espalda y tomó el bulto en las manos saliendo de su habitación, bajo los escalones encontrándose con su madre y María las cuales hablaban precisamente de él aunque no había puesto mucha atención a las últimas palabras de su madre se dio cuenta por qué María carraspeo al momento de verlo bajar por las escaleras.

—Buenos días —Dijo al llegar hasta ellas.

—Hoy va a desayunar señorito —Comentó María mirándolo con una sonrisa.

—Sí señorita hoy voy a desayunar —James se sentó en la silla antes puso su bulto en el suelo junto con la mochila.

—Tienes un buen humor, dormiste bien.

—No es eso María, se agranda la familia —Fabiola suspiro al escuchar aquello, James la miró con una sonrisa—. No te sientas celosa seguirás siendo mi favorita número uno.

—Felicitaciones, niño —Fabiola le echó un vistazo a María negando con la cabeza, María sabía lo que había pasado cuando ellos fueron a la casa de los padres de Ángela. La contienda que hubo cuando se enteraron de que ambos jóvenes mantenían una relación amorosa—. Pero te diré algo si esa familia no te aceptan ellos se lo pierden y no te sientas mal por eso.

—Ay que dices María, Мамочка hablará con ellos —James le echó un vistazo y esta le sonrió, el chico empezó a comer su desayuno ya eran las siete y media, el señor Soloviev bajó y saludo a la familia no directamente a su hijo, aún no sabía si podía hablarle, de todos modos no quería tener la conversación de los padres de Ángela que tanto le pesaba a Fabiola y eso era a ella que sería a él, ambos padres no podían siquiera decirles que probablemente Ángela no le hable durante el día completo.