Lidia.

Esta mañana es como todas las demás me levanto al mismo tiempo que mi madre para aserle el lonche que llevara al trabajo donde para mí ver gana muy poco pero no puede conseguir nada mejor ya que no tiene estudios y muy apenas sabe leer, se lo pongo en una bolsa y se lo dejo en la mesa de la cocina para recostarme al lado de mi hermana menor Janet que se ve mejor que ayer solo espero que la fiebre no le regresé cuando no estemos.

-bueno hija ya me voy, hoy me pagan regresaré con algo de comida.

La voz de mi madre llama mi atención y la volteo a ver sin levantarme de la cama, ya está vestida con sus pantalones de mezclilla rotos y su camisa de manga larga desgastadas por el sol y el tiempo, su rostro ya demacrado por el trabajo y el sol que hice par tener una madre que lucha tanto por nosotras, le doy una sonrisa dulce para intentar alegrar su rostro.

-bueno mamá te esperaré con agua caliente para que te des un buen bañó y cuídate por favor.

-hay hija eso sería realmente delicioso y asegúrate que tu hermana se bañé antes de que se meta el sol.

-Si mamá.

Mi madre me da su bendición para después irse de la casa y dejarnos solas, miro el techo manchado por la goteras y doy un suspiro, me estoy asiendo tonta me tengo que levantar para aser el desayuno de Janet e irme a trabajar temprano para tener un buen lugar.

-arriba mamona.

Me doy ánimos y me levanto por fin de la cama para ir de nuevo a la cocina pero me doy cuenta de que solo hay huevos para una sola persona y es más que obvio par quien van a ser, los tomo y se los preparo a Janet como le gustan, los primeros rayos del sol entran por la ventana y esa es mi alarma para salir ya, me pongo mis tenis y despierto a Janet .

-Janet ya despierta te ya me tengo que ir a trabajar.

-solo dame cinco minutos más.

-que cinco minutos ni que nada si no te levantas ya el gato de la vecina entrará y te ganra de nuevo con el desayuno.

-esta bien.

Janet se siente en la cama y se talla los ojos para disipar el sueño mientras acomodo sus zapatos para que se los ponga y no pise el suelo helado.

-quieres que te ayude a levantarte.

-no soy una inútil Lidia.

-disculpame por quererte ayudar señora toda poderosa.

-no soy toda poderosa pero quisiera que no me hicieras sentir tan inútil.

Le doy una leve sonrisa a mi hermana y le acomodo unos cabellos detrás de la oreja.

-no eres inútil estás enferma y tú no tienes la culpa además te ves mejor que ayer.

-bueno fuera.

Janet por fin se levanta y se dirige a la ventana donde se sienta en una de las sillas tomo el plato con los huevos y se los llevó.

-quiero que te los comas todos que me tengo que ir a trabajar.

-¿y los tuyos?

-ya me los comí tenía mucha hambre perdón por no esperarte.

No me gusta mentirle Janet pero tampoco le puedo decirle que lo último que nos queda de comida es lo que hay en su plato ya que si le digo eso ella insistira en que yo me los coma y en este momento Janet necesita toda la energía que pueda reunir para salir de ese horrible resfriado que la ha estado atormentando durante tanto tiempo, Janet no me cuestiona y toma el plato para comenzar a desayunar muy desanimadamente voy y me pongo los tenis para dirigirme a la puerta de la casa la abro y la dejó abierta para que el aire circule por la casa ya que huele un poco humedad, estas últimas lluvias dejaron sus consecuencias pero qué se puede hacer, al salir doy un largo respiro y al voltear a mi derecha está don Luis como siempre sentado afuera de su choza con su bastón y su fiel perrito Chucho a su lado, desde qué horas estará sentado aquí afuera supongo que ha de tener frío y el sol calienta sus huesos, me acerco un poco a él y lo saludo con mucha alegría.

-buenos días don Luis cómo amaneció.

-amanecí mija que ya es una ganancia y tu mamá ya se fue a trabajar.

-sí ya se fue y ya me voy yo también discúlpeme por no quedarme a platicar con usted ahí le encargo a Janet si ocupa algo o algo pasa mande a uno de los chicos que .e avisé.

-dónde te vas a instalar ahora.

-bueno hoy es temprano así que supongo que la plaza estrella estará desocupada, ahí hay carros muy finos y dan buenas propinas.

-que te vaya bien mija y descuida yo cuidaré de tu hermana.

-eso lo sé don Luis.

Regreso al interior de la casa donde tomo mis instrumentos de trabajo la cubeta y un par de trapos viejos que he conseguido con el tiempo, le doy un beso a Janet en la mejilla para salir de la casa y dirigirme lo más rápido que puedo ya que la plaza estrella es un lugar bastante peleado y no quiero otra vez tener problemas con Rafael y sus amigos son unos imbéciles, camino lo más rápido que puedo entre las calles que a estas horas de la mañana están bastante desocupadas pero al irme acercando a la zona principal de la ciudad hay bastante congestión, supongo que son todas las personas que tienen trabajos importantes o que simplemente van a ir a algún lado a comprar o son las madres dejando los niños a la escuela, todavía recuerdo los primeros dos años que fui a la escuela me encantaba ir pero para mi desgracia no tuvimos el dinero suficiente para mandarme más tiempo lo bueno que en ese poco tiempo aprendí a leer y a escribir y lo demás lo fui aprendiendo con el tiempo, ya veo la plaza estrella y me emociono tanto que no me doy cuenta que el semáforo está en verde cuando corro para quererlo cruzar y un auto negro frena a centímetros de golpearme dándome el susto de mi existencia, escucho los claxon de los carros sonar pero del susto que me han dado se me ha quedado los pies  pegados al suelo, estuve a centímetros de que me atropellaran y morir mi corazón late a mil por hora, miro como el chofer del auto baja la ventanilla y me comienza a gritar.

-¡mujer retrasada qué no tienes ojos para ver que el semáforo es tan verde.

Pero qué m*****a desfachatés casi me mata y en vez de preguntarme que si estoy bien el muy desgraciado me comienza a gritar, hay esta gente rica que no se da cuenta que los de mero bajo son los que los mantenemos, me molesto y dejo muy expresado mi descontento pateo uno de sus faroles delanteros haciendo que se quiebre, nunca pensé que pateara tan fuerte menos con estas piernitas tan flacuchas que tengo, me sorprende demasiado pero no puedo evitar que una sonrisa se dibuje en mi rostro, el muy desgraciado ha tenido su merecido pero creo que no me di bien mis actos ya que veo que el hombre se baja con bastante molestia por obvias razones no me quedo a discutir con el hombre salgo huyendo ya que es un maldito gorila con traje y corbata, corro a la plaza estrella y me meto al estacionamiento donde ya hay algunos autos y busco un escondite, a lo lejos miro a Tif que ya está lavando un auto le paso corriendo por un lado ya que enfrente de la auto está un bote de basura en el cuál entró fácilmente Tif se acerca y hace como si tirar algo el bote de basura, escucho que me susurra.

-qué pasa.

-me vienen persiguiendo, dile que no estoy aquí.

-dalo por hecho.

Escucho que Tif se aleja y después escucho la voz molesta del chófer.

-discúlpe no a visto a una mujer castaña con ropa vieja pasar por aquí.

-sí paso corriendo por aquí como alma que lleva el diablo y se fue en esa dirección.

Si gracias Tif me libraras de ese idiota, siempre puedo contar contigo para los problemas pero escucho la voz de otro hombre.

-Sam deja todo ésto que tenermos mejores cosas que hacer y de todos modos esa chica muerta de hambre no tendrá para pagar el favor farol.

Escuchar esto me molesta pero tiene la razón si me alcanzará no tuviera dinero para pagar ese farol, el auto se miraba que era uno fino, odió mi m*****a realidad desearía tener el dinero para comprar las medicinas que necesita Janet, ropa nueva para mamá y para mi, ya no escucho las voces de los hombres y solo siento como alguien golpea dos veces el bote de la basura, me asomo con cuidado ya que puede ser una trampa pero solo miro la cara delgada de Tif.

-qué diablos hiciste para que te persiguieran ese par de gorilas.

Salgo del bote y me recargo en su orilla con cuidado de no tirarlo.

-bueno digamos que les pateé el coche y le rompí un foco delantero.

-hay Lidia como se te ocurre hacer eso.

-¡Que! Casi me atropellan además el farol era pirata por qué apenas lo toque.

-pero sabes de que me di cuenta.

-¿qué cosa?

-que eran bastantes guapo el que llegó después del que preguntó por ti lastima que era muy grosero, expresase así de ti si te conociera se daría cuánta de que eres un encanto.

-hay Tif esos hombres jamás andarían con una mujer como nosotras ellos solo se fijan en modelos y chicas con mucho dinero que tienen de esos perritos diminutos es su bolso.

Tif da un suspiro ya que le di un golpe de realidad, salgo del bote de basura junto con mis cosas para ir por agua y comenzar a lavar autos para poder llevar un poco más de dinero a casa, las horas pasan y ya estoy comenzando a sentir los efectos de no aver desayunado me recargo en uno de los postes y me recargo en las rodillas.

-hey te sientes bien.

-sí creo que es solo por el calor.

Tif se me aserca y me toma por las mejillas para alzarme la cabeza, me mira de forma detenida para después hacer un puchero.

-cuando fue la última ves que comistes algo.

-está mañana.

Tif me suelta de la cara y se cruza de brazos para verme con molestia parece que no me cree, me enderezó y me limpio el sudor de la frente para dar un suspiro.

-bueno creo que fue ayer en la tarde.

-Lidia eso te ara dañó debes de comer por lo menos dos veces al día.

-estare bien solo debo de descansar un rato pero ahora no puedo que hay viene una de mis clientas.

Me alejo de Tif para asercarme a una de las señoras a la que le ofrecí lavar el auto y acepto, le doy una sonrisa y le habló con entusiasmo.

-¿Cómo le fue?

-muy bien gracias y gracias por lavar mi auto ¿Cuánto va a ser?

-lo que me quiera dar.

La mujer saca un billete de 5 dólares y me lo da, me dice que me quede con el cambio y esto me ase tan feliz, le agradezco y me voy con Tif que está terminando de lavar un auto, se lo muestro y la invitó a desayunar algo ligero y que no se heche a perder si no nos lo terminamos, si como si eso fuera a pasar.