–¿Estás segura? ¿No quieres que me quedé?–. Preguntó pero negué con la cabeza.
–Hay una cosa que quiero hablar con él y prefiero que sea a solas–. Pedí y él asintió.
–De acuerdo, estaré con los demás en el bar, para estas alturas todos habrán terminado de desayunar–. Lo dice mientras se me acerca y deja un beso en mi cabeza– No tardes mucho, hay muchas cosas que tenemos que hablar–. Dijo y le guiñe un ojo antes de que se fuera y cerrara de nuevo para darnos privacidad.
Cuando estuvimos solos Hades se vio visiblemente incómodo lo cual me divirtió un poco.
–¿De qué querías hablar Natasha?–. Me preguntó y admiré lo tranquilo que sonó.
–Amaste a mi madre–. Afirme más que pregunté y vi como su cuerpo se tensó.<