Intenté volver a separarme pero el motero no me dejo, apretó mis caderas y bajó sus manos hasta mi trasero dónde lo estrujó a su gusto. Cuando su lengua rozo la mía decidí que podía olvidar el hecho de qué había comprado una mansión sin consultármelo por ahora.
Tenía otras prioridades en mente en estos momentos y no estaba dispuesta a volver a interrumpir los mejores besos que me han dado en toda mi vida.
Me colgué completamente del cuello del hombre poniéndome de puntitas para estar más cerca y poder hacer fricción entre nuestros cuerpos. Hunter bajo aún más sus brazos y en segundos me estaba cargando al estilo de recién casados sin dejarnos de besar.
Cuándo empezó a caminar en dirección a la puerta nos dio a ambos una tregua para poder respirar y aproveche para ver la propiedad de reojo, pues mi atenci