Los mafiosos griegos se quedaron un mes más en la hacienda Montesinos, estaban preparando sus bodas con la hermosa Abigail y con la bella Sofía
Franco le había pedido matrimonio con un anillo de diamantes a Sofi, anillo que antes de morir su madre le entregó para que se lo diera a la mujer de su vida, el nunca pensó que llegaría el día de sentir el deseo de ponérselo en el dedo a una mujer, Franco creyó que en esta vida no se enamoraría
Abigail y Sofía, estaban vueltas locas con tanto que hacer para el día de la boda, Aby irradiaba felicidad, pensaba que por fin todo lo que sufrió en el pasado cuándo perdió a su gran amor, había quedado atrás, amaba a Sasha con todo su corazón, él era su alma gemela
Sofía no dejaba de sonreír, Franco la hacía muy feliz, el callado y frío mafioso había cambiado su actitud con ella por completo, era cariñoso y atento, la cuidaba cómo si fuera ella su mayor tesoro
Después de comer, Sasha invitó a Abigail a salir a cabalgar, está vez no llevaron dos caba