—Efectivamente, no alcanzaron la mitad.
La voz objetiva del abogado cambió por completo la tensa atmósfera de la sala de reuniones.
—La presidenta ya ha transferido la mitad de sus acciones a nombre de Adriana, y la transferencia se hizo efectiva ayer. Así que esta votación no ha alcanzado la mayoría.
—¡Esto es imposible!
Javier, enfurecido y sin ningún tipo de autocontrol, se levantó y gritó hacia Silvia: —¡El hermano mayor dijo que no permitiría que Adriana entrara en la empresa! ¡Este es el patrimonio de la familia López! ¡No se lo pueden quedar todo entre tú y tu hija!
—El Grupo López fue fundado por mi padre desde cero. Permitirte entrar en la empresa fue solo un gesto de fraternidad. Tras su fallecimiento, según las leyes de herencia, todo pertenece a mi madre y a mí. Tío, no confundas las cosas.
Adriana, con la espalda erguida y una mirada tranquila, replicó con firmeza. Luego miró fijamente al resto de los presentes y dijo: —Señores, el tema de la reunión de hoy es cómo reverti