POV: Mary.
Las lágrimas no dejan de caer. Es tan difícil querer, pensar, que debemos hacer lo correcto, cuando el corazón grita una cosa y la conciencia otra.
La carta de mi madre me hizo entender muchas cosas, aclaró varios temas que no tenía idea cómo se habían desarrollado; pero también me abrió los ojos.
Yo sé que mi lugar está con Leo, no tengo dudas, él es el amor de mi vida, el único hombre que he amado y que amaré. El padre de mi hija y todavía, mi esposo, gracias a las gestiones manipuladoras de mi madre. Pero no pretendo ser ciega y pensar que estoy bien. Que me siento a gusto.
Todavía tengo miedo. Todavía no confío del todo. Todavía me despierto a media noche, jadeando, luego de revivir mis mayores pesadillas.
Estar sola.
Perder a mi hija.
No aguantar más.
Rendirme.
A pesa