Antes de que cayeran sus palabras, Juan tomó la palabra y le interrumpió: —¿Estás intentando decir que está ayudando a Rebeca a intimidar a esa señorita Mena?

Harry no esperaba que Juan diera en el clavo y se quedó realmente sorprendido: —Papá, ¿cómo lo has sabido? ¿Sabes ya lo que ha pasado?

Juan: —No lo sé, lo he adivinado.

Ya que Rebeca y Cristian aceptaron trabajar con este estúpido hijo suyo por él, era poco probable que le pusieran las cosas difíciles deliberadamente a este estúpido hijo suyo en el trabajo sin ningún motivo.

Y este estúpido hijo suyo tampoco buscaría deliberadamente problemas en el trabajo.

En otras palabras, incluso si Cristian y Rebeca no pudieran ser amigos de Harry, no debería haber muchos problemas en su cooperación.

Ya que el mismo Harry no tenía problemas con Cristian, solo podría ser que alguien que le importaba a Harry tuvo problemas con Cristian y Rebeca.

Y esa persona era Natalia.

Cuando se reunió con Matías, Rebeca y los demás para comer, se encontró