Rebeca: —¿Sí?
Como si recordara que Rebeca podría no conocer a Ana, Carolina añadió: —Ana es mi amiga, es la sobrina de Hugo.
—Oh —Rebeca respondió, viendo las ganas que tenía de compartir, y preguntó—: ¿A qué fueron a jugar?
—Fuimos a un laberinto.
—Oh.
Rebeca siguió escuchando, sin mostrar nada, mientras Úrsula se hundía.
Cuando Logan se había llevado a Carolina, ella había pensado que Logan iba a cuidarla.
Ahora se enteraba de que no era así, encima estaba de citas con Natalia, y dejaba la niña en manos de otra persona antes que dejar que la cuidara Rebeca.
Se enojó mucho.
Carolina no sabía lo que pensaba Úrsula.
Habló y dijo: —Hugo me pidió que cenara con él, pero yo quería volver para cenar, así que te llamé.
Rebeca: —Bien.
Preguntó con voz débil: —¿Le diste las gracias a Hugo?
—Sí —dijo Carolina contenta.
Rebeca no volvió a preguntar.
Carolina había terminado sus deberes y, después de cenar, se quedó en el salón con Rebeca y Úrsula.
Úrsula se sentó junto a Carolina y le preguntó: