6. Hundiéndome en un abismo sin fin

SEBASTIÁN

Es un día lluvioso tengo que solucionar todo con Cristina, no la puedo perder por mis impulsos ella ha sido una buena mujer conmigo y son tres años que llevamos saliendo aunque para ser sincero todo a sido apariencias y nada mas es dificil estar con alguien al que en verdad nose si amo realmente, me levantó  de la cama con mucho cansancio estoy muy agotado por la universidad, me desvisto lentamente  y voy a la ducha, tomo un baño muy rápido de 5 minutos, salgo con mucho frío el agua estaba helada,  me seco y me visto muy rápidamente, no puedo dejar de pensar en Sara la verdad esque ella es muy hermosa, nunca había visto a una mujer tan sensual como ella, ni Cristiana que vive haciéndose retoques con todo el dinero que tiene, mejor me voy a la casa de Cristina,  para que mi mente no me traicione, con los pensamientos que tengo hacia Sara aunque es inevitable ver tanta belleza y no admirarla, tomo mi bolso y salgo de mi apartamento, voy caminando hacia la casa de Cristina y pensando en Sara, llego despues de tanto caminar a la casa de Cristina golpeo suave la puerta tres veces,me abre la señora del servicio quien es una persona muy noble, honesta y amable alguien en quien se puede confiar de verdad.

—Joven Sebastian como se encuentra siga, pensé que no iba a volver. —Ella me observa con cara de gozo.

—Gracias, permiso  —le contestó muy risueño.

Voy entrando y  no puedo evitar pensar en Sara, me siento hipnotizado  y encantado con tanta perfección e intelecto  en ella,  me encuentro inesperadamente con Cristina y quedó totalmente pasmado —hola Cristina ¿Cómo te encuentras?, me alegra mucho verte, necesito hablar contigo necesito saber cual es tu criterio de lo nuestro, bueno si aun se puede utilizar esa palabra tan sólida.

—Hola, Sebas estoy muy bien, gracias por preguntar, pero debo suponer que tu estas mejor, claro con la compañía de tu nueva amada o amante no se como llamarle a esa mujerzuela es tan ridícula siento desprecio hacia esa señora, porque no me dices que te traes  tú  con  esa tal Sara —ella me mira con subestimación y utiliza un tono de altanería en cada una de sus palabras hirientes. 

—Estás confundida Cristina, Sara es una chica de la universidad, ella se siente muy sola y estamos haciendo una bonita amistad, veo que no es el momento de hablar contigo lo mejor es que me vaya y te deje sola tienes muchas cosas por las cuales reflexionar ella es una muy buena persona, y no estoy dispuesto  a escuchar las calumnias que inventes estoy, dispuesto a defender a Sara porque es una persona muy noble e indefensa —defiendo mi punto de vista.

—¡Lárgate ya Sebastián! no te quiero ver vete con tu apasionada amante que te tiene tan maravillado —ella me habla con un tono de voz fuerte, y sus ojos llenos de lágrimas.

Voy saliendo de la casa de Cristina, no puedo evitar sentirme mal por ella, está muy dolida por lo que está sucediendo en nuestra relación, pero a mi también me duele y no voy a permitir que se entrometa entre la amistad  que tengo con Sara, volteo a mirar hacia atrás y veo  que viene corriendo hacia mi Cristina, paró de caminar y la volteo a mirar, ella se lanza sobre mis brazos —que haces aqui pense que no querías saber ya nada de mi, por la forma en que me trataste, me hablaste con mucho odio lo note en tu mirada —le habló mirándola a los ojos y tomando su mano.

—No puedo vivir sin ti Sebastian, perdoname dame una oportunidad sé que te he fallado mucho, y  todos los errores han sido míos soy una torpe que no te ha sabido valorar, pero voy a cambiar te lo prometo por nuestra relación, aun la tenemos verdad, dime que si, eres el hombre de mi vida y yo la mujer de tu vida estamos hechos el uno para el otro entonces qué dices me perdonas. —Ella me sonríe con su rostro complaciente.

—Cristina, deseó volver contigo, de hecho a eso venía pero tu no me dejaste hablar, estabas muy molesta, no podemos destruir todo lo que hemos construido por años, solo por confusiones. —Me acerco hacia ella  y la miro, le doy un beso en sus labios.

Nos devolvemos tomados de la mano hacia la casa, entramos a la casa y me quedo mirando a Cristina sin decirle nada la tomo con mis manos y brazos alzando su cuerpo sobre mi pecho y la cargo sobre mis brazos, la miró fijamente a los ojos y la sostengo muy fuerte, subo a Cristina alzada sobre mis brazos a su cuarto y la acuesto sobre su cama de la manera más tierna, me acerco lentamente y comienzo a besar su cuello  y con mis manos acaricio su cuerpo, mis dedos se marcan en su torso  lleno de indiferencia, noto la manera en la que ella esquiva cada caricia que le doy de la manera más tierna y sutil, pero su desinterés y apatía me hace matar la ansia que tengo de hacerla mía.  

—Amor para, no puedo hacer el amor en este momento contigo, espero me entiendas estoy cargada de mucho estrés es como si todo se me hubiera juntado en el mismo momento provocando un huracán de emociones incontrolables las cuales ni yo misma sé como controlar,  ya sabes nuestras peleas me afectan mucho la única manera que encuentro para desahogarme es llorando y con mal humor,  aparte la universidad  no me está saliendo nada    bien el tenerte alejado de mi no me deja concentrar y más aún cuando me voy dando cuenta que hay una mujer que se está interponiendo en nuestro amor y eso no lo puedo permitir porque nuestro amor no puede ser como un cristal debe ser como algo indestructible, pero en este momento  estoy muy agotada necesito descansar, es mejor que te vayas espero me entiendas mi vida ya tendremos mucho tiempo para estar juntos y disfrutar plenamente de nuestro amor tan puro y bueno. —Me sonríe, y  suspira.

—Tienes razón, Cristina es mejor que me vaya,  necesitamos tu y yo descansar y pensar mucho sobre todo, para así lograr sacar adelante esta relación y así sentir que no se está  produciendo  un abismo muy grande de distancia entre nosotros del cual no sabemos cómo encontrar la salida juntos. —La miró fijamente y no puedo evitar mostrar mi cara  de molestia y mucha decepción al darme cuenta que esa llama de pasión y deseo que antes existía se ha estado apagando  poco a poco hasta llegar a convertirse en una costumbre de la cual no podemos escapar.

—Pensar amor, pero todo lo de la universidad será porque nosotros estamos muy bien en nuestra relación siento que estamos en el mejor momento es como si nuestros dos universos se juntan y complementan para así hacer uno solo tu y yo,  vete y descansa te amo —ella exclama y su rostro manifiesta frialdad.

—Cristina, ¿tu crees que nuestra relación pueda salvarse? quiero que me contestes de la manera más honesta. —Mi cara muestra desilusión.

—Crees que si nuestra relación no fuese para ningún lado estaríamos juntos aún, obviamente no amor nosotros tenemos una conexión única una afinidad singular absolutamente ninguna pareja lo tiene son lazos inquebrantables, —ella me habla particularmente, mostrando aceptación de nuestro fracaso como pareja.

—No veo las bases sólidas, tenemos una relación en la cual cada uno toma las decisiones por el otro y eso no es para nada resistente por el contrario el frágil y débil. —Bajo mi mirada esquivando la de ella.

—Somos la pareja perfecta, nunca tenemos discusiones por pensar diferente—ella habla con ironía.

—Esa es una falla no entiendo porque no la quieres ver, tu solamente tienes en cuenta tu parecer y tomar mis decisiones a tu manera como lo dispongas, quieres que aparentemos ser los enamorados prodigiosos, pero no lo somos—me impongo con mis palabras.

—Me estás queriendo decir que toda la responsabilidad de nuestra deficiencia como pareja es solo mía, pues deberías ser consciente en lo que haces—ella habla llena de enfado.

—Se que los dos somos culpables, no te estoy queriendo hacer cargar todo el peso de lo malo a ti, lo hago es para mejorar y volver a activar el amor tan fuerte que un dia existió—hablo muy desanimado.

—Entonces comienza por el principio. —Mueve sus manos.

—¿Cuál es el principio? —pregunto sin entender nada.

—Aleja a Sara de tu vida, ella nos va a destruir y separar completamente yo te amo sinceramente y estoy dispuesta a cambiar muchas cosas malas que tengo por recuperarte, pero no puedo tener un solo minuto de tranquilidad al saber que esa mujer está cerca de nuestra vida ella no es buena esta llena de soberbia y muy malas intenciones te está cegando completamente y eso me duele. —Se acerca y acaricia mis manos.

—No la puedo alejar de mi vida, pero ten por seguro que yo voy a luchar por nuestra relación, no tienes porque temer ni desconfiar, porque entre ella y yo solo hay una bonita y sincera amistad la cual no tiene el mínimo interés en tomar un rumbo diferente al que le corresponde.

Voy saliendo de la casa de Cristina y no puedo evitar estar molesto, además no se si hize lo correcto en volver con ella,  realmente no la quiero ni deseo como mujer y es imposible lograr que eso pase  ya que no demuestra ni un poco de interés por mi, llevamos mucho tiempo sin hacer el amor y ella no le importa solo quiere hacer las cosas a su manera sin tener en cuenta mis opiniones, además no sentí ni un poco de alegría al volver con ella nose si aun la quiero, porque amarla no lo he llegado hacer en todo el tiempo que llevamos juntos, pues  con su indiferencia y falta de interés  es imposible lograrlo en cambio Sara,  ella es diferente a todas la manera en que me habla me hace soñar con ella y desearla, querer tenerla entre mis brazos pasar mis manos sobre su piel suave  que debe ser como una rosa, mis labios sobre sus labios desenfrenados de placer y deseo, me gusta Sara desde el primer momento en que la vi con su carita de niña tierna queriendo parecer una adulta lo note desde el primer momento en que la vi, sus labios rojos los cuales los movía cada vez que iba pronunciar una palabra me generan un cosquilleo por todo mi cuerpo, obviamente Sara no se va a fijar en mi, la unica manera de tenerla cerca será de amigos no tengo otra opción.

Acabo de llegar a mi apartamento después de tanto caminar y sobre todo pensar, saco mis llaves del bolso y abro la puerta, estoy muy cansado a sido un dia muy largo y difícil  me desvisto completamente  tomo mi toalla y me dirijo hacia la ducha  el agua cae sobre mi cuerpo mientras se mezcla con mis lágrimas no puedo evitar llorar me siento solo trato de mostrar siempre ser un hombre fuerte que no siente ningún tipo de dolor y solo se preocupa por complacer a los demás me hace bien sacar todo el dolor que llevo dentro de mi ser y expulsar todos momentos amargos sin sabor que realmente vivo, salgo de la ducha con mi piel húmeda  y me seco con la toalla áspera,  me visto, y voy hacia la cocina, tomó la cafetera preparo un café cargado y sin azúcar, eso me hace sentir mejor, no se porque tomo siempre las decisiones equivocadas en mi vida y lo peor de todo es que me doy cuenta mucho después, tal vez ese es mi destino hacer feliz a Cristina aunque yo no lo sea dicen que el amor no debe tener ni una gota de egoísmo, aunque al parecer es lo que más tiene Cristina un amor enfermiso y forzado y como siempre yo cedo para hacerla  sentir mejor, lo único razonable que puedo hacer en este momento es descansar este fue un dia muy largo, mañana le contaré todo a Sara necesito la opinion de alguien y se que la de ella será la mejor.

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