El club del pueblo la necesitaba para clasificar a la liga.
La necesitaba para ganar la liga y el torneo local.
Ella no quería alejarse de sus amigos, no quería dejar el taller, ni quería dejar a su hermana en los primeros meses de su embarazo.
Por primera vez tendría tiempo de estar con su madre y si se iba dudaba de que la pudiera ver más que antes.
Entonces ella tenía que decidir entre quedarse, disfrutar de sus últimos meses y esperar a que el observador de algún club venga por ella o irse a la ciudad, agarrar la oportunidad de jugar en ese club y ver a los demás en algún momento de su vida.
No era para nada fácil, más si tenía muchas cosas que perder, pero también que ganar. No se lo había querido comentar a nadie para poder pensarlo con tranquilidad.
A unos pocos metros Lucas se encontraba de la misma manera, frustrado. Él también tenía una pelota debajo del brazo y una botell