SOY LA SECRETARIA DE MI EX ESPOSO
SOY LA SECRETARIA DE MI EX ESPOSO
Por: Livi Ruiz
FELIZ FIESTA DE DIVORCIO

—Los documentos están más que listos, solo faltan las firmas… Señora D’angelo, si usted lo sea…

—Si dame rápido esa pluma ya quiero deshacerme de este título de m****a…

Sus palabras solo lograron que el hombre frente a ella mostrara una pequeña mueca de disgusto, mientras ella lo observo con un gesto lleno de retos

Uno del que estaba más que acostumbrado, las pocas veces que había llegado a estar cerca de ella, había sido tal cual

Una pequeña niña que lo retaba llena de una dignidad completamente extraña y una expresión que muchos hombres habrían muerto antes de lograr hacerla

—Todavía puedes arrepentirte Neus de D’angelo, tal vez si lo piensas un poco más…

—No quiero seguir casada con un pedófilo, no quiero estar casada con un hombre como usted señor D’angelo, por si lo pensamos bien, usted y yo estamos casados desde que tengo dieciséis años, usted me compró y ahora que tengo la posibilidad de librarme de usted, no dude de que me voy a librar de usted…

La mueca llena de disconformidad de parte del hombre se mostró, no era un pedófilo, tenían solo tres años de diferencia, aceptaba que su matrimonio había sido muy extraño

Pero en aquel entonces no había otra opción, si lo hubiese sido él, estaba seguro de que su asqueroso padre y su terrible madre, la hubiese vendido a ella y a su hermana, a cualquier otro hombre

—Bien… Si así lo deseas, pero he de decir que los términos no serán como has indicado, tendrás una pensión alimenticia de por vida y las propiedades seguirán siendo tuyas, tanto la casa de tus padres, como algunas otras más, y no estoy dispuesta a negociarlo…

Aquel firmo los documentos, mientras ella parecía haber recibido un brillo inigualable al notar que era oficial, al notar que estaba libre de aquella relación

El hombre, como siempre se mostró frívolo, no parecía afectarle en nada aquello, más bien parecía tranquilo, mientras ella parecía extasiada con todo

Más cuando recibió el papel en sus manos y las palabras del abogado resonó entre ellos

—Es oficial, la señorita Robinson, ahora está libre del matrimonio con el señor Desmon D’angelo, así que…

—Genial… Esto es mejor que haberme enterado de que mis padres murieron… gracias por… No, espero no volver a verte en toda mi vida, idiota…

Ella solo lo observó con gesto molesto, mientras salía del lugar, Desmon observo a la chica tras ella, esta le dio una pequeña sonrisa y se despidió con su mano

Y parecía querer disculparse por la manera tan terrible, en la que su hermana lo había tratado justamente en aquel instante

Esperaba que aquellas dos chicas estuviesen bien, Desmon tomo el papel en su mano y lo apretó con mucha fuerza

Parecía furioso, frustrado, mientras las personas presentes lo observaban con un gesto lleno de preocupación e incluso temor

—¿Dónde va ahora?

No había que ser un genio para saber de quién hablaba, por lo que su secretario Cyrus, un hombre castaño de ojos verdes, muy brillantes tras sus lentes

Hablo en un tono un poco incómodo

—De fiesta, según escuche, celebrara, no solo la muerte de sus padres, también el divorcio con usted, mi señor…

El papel en la mano de Desmon se apretó aún más, podría jurar incluso que, de haber sido de vidrio, se habría roto hace mucho

Aunque ahora no estaba seguro de que el pobre documento de notificación de divorcio estuviese del todo bien

Más cuando aquel se levantó como una bestia salvaje y el secretario, a pesar de imaginarse la respuesta, hizo la pregunta que no pudo retener en su garganta

—¿A dónde va mi señor?

—De fiesta…

Pero entonces, mientras aquel conducía rumbo al lugar que sabía que estaría ella, Neus, entraba al lugar con una gran sonrisa, sostenía en sus manos el documento del divorcio como si su diploma de educación fuese

Incluso cuando logro ganar la medalla de oro y conseguir graduarse dos años antes de la universidad al ser considerada un genio en las finanzas

La había alegrado tanto como el hecho de saber que había conseguido el divorcio con Desmon D’angelo

—Llegaste… Es hora de celebrar, felicidades…

Dana y Teas habían exaltado a Neus, mientras Narel, la hermana menor de Neus, las observaba como si estuviesen dementes

Más cuando aquellas iniciaron a tomar de manera descontrolada y Narel, solo las observaba sin recibir un solo trago y las observaba como si estuviesen dementes

Tanto así que cuando su hermana ya estaba muy borracha, camino hacia ella e intento llevarla consigo a casa, pues parecía bastante ebria

—Neus… Estas…

—Lo sé… Jamás había estado de esta manera, ¿puedes créelo? De haberlo hecho nuestro padre… Carajo, no importa, ahora, vamos a bailar Narel, vamos a celebrar…

Neus intento llevar consigo a Narel, pero esta solo negó y la observo con un gesto lleno de lástima y completa negación

Algo que llego a incomodar y hasta a molestar a Neus, pues no comprendía el porqué de la actitud de su bondadosa hermana

—¿Qué ocurre Narel? ¿No estás feliz por mí? ¿Por nosotras? Al fin nos libramos de padre, de Desmon D’angelo, deberías estar feliz, deberías…

—El hecho de que nuestros padres estén muertos, he de decir que me ha dado mucho alivio, saber que las cosas ahora estarán más en calma y no tendremos que ser usadas nunca más como una moneda de cambio, te juro que me hace dichosa…

—Pero…

—¿Por qué divorciarte de Desmon, Neus? Tal vez si tú y él…

—Nunca hemos tenido nada Narel, tú lo sabes, ese hombre me compro cuando tenía dieciséis años, a cambio de una deuda monumental con padre, este me vendería a él u otro para conseguir el dinero, solo busco un mejor postor…

—Pero él te salvo…

—No lo hizo, lo odio a él tanto como odio a nuestros padres, el hecho de que nunca me toco, nunca me hablo y nunca actuó como un esposo, sino como el dueño de una mascota a la que le dio educación, no lo hace mejor que padre, es un imbécil que jugo con mi destino y estoy feliz de librarme de él, punto…

Narel, observó a su hermana con una expresión llena de dolor, pero aun así asintió, aquella era neutral, una mujer bondadosa y llena de carisma

Una chica que hacía que su hermana se sintiera mal, cuando llegaba hablarle de aquella manera, pero antes de que Neus, llegara a disculparse con su hermana

Esta solo líbero su mano de su agarre y hablo con un tono un poco más bajo de lo normal

—Debo marcharme, iré con unos amigos y… Debo irme…

—Narel, lo lamento, yo…

—No debes disculparte, tal vez soy yo quien está siendo una tonta sentimental, pero de verdad Neus, quiero mucho para tu futuro, y algo me decía que al lado de Desmon podría conseguirlo, te pido disculpas si las cosas no llegaron a ser como pensaba

Neus no dijo nada más, observo como su hermana solo salía del lugar, las amigas de Neus, habían llegado de inmediato, mientras esta

Sin poder decir nada, solo siguió el camino de sus amigas y bebió, bebió y bebió, molesta, frustrada y hasta decepcionada de sí misma y de su hermana

Lo hizo hasta perder la conciencia, hasta no saber nada del mundo, hasta ni imaginar que se despertaría en una cama desconocida, mientras su cabeza sentía que estallaría

Pero ese no era problema, el problema había sido el hecho de que estaba desnuda, completamente desnuda, tanto así que estuvo a punto de gritar

Pero el agua se escuchaba el cuarto del baño, alguien se bañaba, alguien, no, el hombre con el que incluso había perdido la virginidad que no le había entregado a su esposo

Neus maldijo en voz baja, se despertó un poco mareada y apaleada, tenía chupetones en todo el cuerpo y su abdomen bajo dolía un poco

Se maldijo tantas veces, pero no había tiempo de ello, no lo hubo, pues ella se había vestido a la velocidad de la luz y había salido de una manera tan rápida

Que no llego a notar los ojos azules que la observaban desde la puerta del cuarto de baño y parecía disgustado, pues esa mujer sin duda era todo un caso

Aquel mostró una pequeña sonrisa y decidió que no la presionaría, ya que después de todo, ella volvería a él, por lo menos eso quería pensar

Pero una llamada llego a interrumpir sus pensamientos, a lo que contesto sin siquiera decir una palabra, se escuchó la voz de su secretario lleno de agitación y desesperación

—Señor… Mi señor lo lamento, su hermano… Lo lamento… Su hermano ha sido asesinado…

En lo que Neus, entraba con rapidez a su hogar y maldecía de nuevo por la locura que había hecho, por la situación tan loca en la que se había llegado a meter

Aquello no demostró mucho, más cuando noto que Narel estaba en las escaleras con su cuerpo temblando y la observaba con un rostro lleno de preocupación

—¿Dónde estabas? No importa, tenemos que irnos, tenemos que irnos ahora mismo, tenemos que escapar, tenemos que hacerlo, él dijo que debíamos hacerlo, él dijo que… Debemos irnos… Debemos iros ahora…

La ropa de Narel estaba totalmente cubierta de sangre, mientras la preocupación de Neus, subía de manera exorbitante

Pues ella temblaba sin parar, y sus lágrimas no dejaban de brotar de sus hermosos ojos oscuros

—¿Narel? ¿Qué ocurre? Dime que pasa, yo, por dios, estás cubierta de sangre, ¿tú estás bien? Lo estás…

—No importa ahora mismo, empaca todo, nos vamos ahora mismo, ya… Si nos quedamos, si notan que yo estuve allí, nos matarán, nos harán mucho daño, debemos escapar ahora mismo…

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