Ignacio comienza a despertar.
«Debo ver a Jessica».
Intenta incorporarse, pero sus muñecas están amarradas a la cama.
—Ahora eres mi prisionero —dice Jason. Ignacio levanta la cabeza.
—Tú eres el del helicóptero. ¿Por qué me salvaste? ¿Por qué soy tu prisionero?
—Mi nombre es Jason y me enviaron a protegerte mientras te trasladamos a Estados Unidos. Un grupo terrorista con acceso a alta tecnología quiere matarte. Parece que les robaste muuucho dinero. Cómo fuiste tan… Cómo dicen en Chile, ¿huevón?
—¿Llevarme a Estados Unidos? Yo no he robado nada… Y ellos no son terroristas. Es mucho peor. —Ignacio deja caer su cabeza en la almohada. Jason frunce el ceño.
—¿Peor? ¿A qué te refieres?
—No lo