54. Pelea de esposos que subió de nivel
Sasha se quedó mirando la luz de la luna a través de la ventana de la habitación. Era de noche y habían pasado varias semanas desde que se hizo la ecografía y que la doctora le dijo que no podía abortar a ese bebé. Axel estaba abrazándola y respirando sobre su cabello, a duras penas se dirigían la palabra y ya ella tenía que volver a la universidad al día siguiente. Miró, el anillo que adornaba su dedo, se sentía pesado y sus sospechas eran ciertas, Axel hizo hasta lo que no debía a costa de que se quedara a su lado, jodida mierda la que estaba pagando.
— ¿No puedes dormir? —preguntó el alfa, colocando una mano sobre su vientre, no obstante, ella mantuvo la compostura—. ¿Quieres mangos y bananas?
— No, estoy bien —respondió algo cortante—. Solo necesito un poco de paz y tranquilidad —pasó saliva en seco—. Ya casi se acercan las clases y las cosas están un poco mal conmigo.
— ¿Qué quieres decir con eso?
— Pues, ya no estaremos cómo antes —se giró un poco para verlo—. Somos marido y muj