Narra Henry Red.

Abro mis ojos y noto que dan las 7 de la mañana, no he podido dormir bien desde que el doctor se fue y me dijo que mi mujer esta posiblemente encinta, ahora si podía entender el significado porque lo había escuchado mal, suspiro y me levanto del sillón para tocar su frente, la fiebre se le ha bajado un poco desde hace dos horas. La puerta se abre mostrando a Amelia, la miro y me sonríe dejando agua limpia y fría para bajarle la fiebre.

— Siento haberte llamado tan temprano — me disculpo ya que era primera vez que cuidaba a alguien enfermo aparte de mí mismo.

— No te preocupes, ya me había levantado, la niña se fue a clases con Horacio — asiento — El desayuno está listo por si quiere que se lo traigo — avisa tomando el trapo que tiene Rebeka en la cabeza para mojarlo y volverlo a ponérselo, veo que se queja.

— Gracias, Amelia, ahora bajo a comer — se ríe y me da unas palmadas en el hombro.

— No te preocupes, yo te traigo el desayuno, querido — se va sin dejarme decir n