¿Sabías que yo amo a la esposa de Rayo?

Apretando los puños, Victoria se paró delante de su hermano y refutó a decir: —¡Diego yo amo a mi padre, pero siempre iré a favor de la justicia, mi madre debe de estar sufriendo, mira que ni siquiera ha llamado para ver cómo está nuestro hermanito. A decir verdad, Victoria hizo algo que nunca había hecho, le gritó a Diego, mientras que él la observa con enojo.

Al ver que los aires se estaban calentando, Douglas se paró en medio de ambos y dijo; –¡No vamos a pelear, independientemente, si mi padre lo hizo o no, es nuestra obligación no darle más problemas, a mi también me preocupa, pero no podemos intervenir, y mucho menos enemistarse, no ahora, mamá nos necesita.

–¡Vicky, por favor! Douglas le hizo un gesto con la cabeza, lo que llevó a Victoria a disculparse por su actitud de hace un rato. –¡Diego lo siento mucho, no debí levantarte la voz! Ante la disculpa, Diego la atrajo hacia su pecho, estos jóvenes han crecido muy unidos, rara vez se pelean o discuten por algo.

–¡Victoria, sé cuánto te preocupan los dos, y como dice Douglas, es nuestro deber apoyarlos a ambos, no creo que esto sea tan grave! Lo que Diego no sabía es que esto apenas comienza, y que el futuro es incierto.

En ese instante, se escuchó un gran retumbo en el cielo, y pronto un relámpago iluminó toda la habitación de Victoria. ¿Es un mal presagio? Pensó Douglas al desviar la mirada a la ventana.

Por otro lado, el reciente retumbo asustó a Nicole, por lo tanto, cayó de rodillas. Ah… al gritar se cubrió los oídos, su miedo a las tormentas ha desaparecido, pero el sonido fue tan fuerte que la hizo gritar. Inesperadamente comenzó a caer una suave brisa, pero Nicole no tenía dónde refugiarse, había salido de la villa sin que July se diera cuenta, según su amiga ella duerme tranquila. Pasaron tres minutos antes de que una camioneta se estacionara frente a Nicole.

–¡Entra! Stanley le abrió la puerta de la camioneta y esperó hasta que ella se sentara para alejarse de la villa. El hombre mantenía la mirada en el camino, sin embargo, se mostraba algo ansioso. –¡Nicole, todo eso que me dijiste por teléfono debe de ser una mentira, o una broma, Rayo te ama y Tania a mi.

–¡Stanley, te juro que eso quiero pensar, mi cabeza da mil vueltas tratando de acomodar todo, pero entre más pienso, más se enredan las cosas. A decir verdad, Nicole no puede olvidar la imagen de Rayo y Tania juntos en la cama

–¡Entonces, ¿es cierto?! Stanley golpeó el volante con ira, y con los ojos rojos de coraje.

–¿Qué carajos le sucedió a Thiago? ¿Él te profesaba amor eterno?

–¡Stanley, no te llamé para eso, necesito que me hagas un favor! Nicole ya no lloraba, reprimió sus lágrimas y enterró su dolor en lo más profundo de su corazón, sin embargo la rabia se sentía en el tono de su voz.

¡Nicole, pídeme lo que quieras! Te prometo que no te dejaré sola. Para demostrarle su afecto, Stanley sujetó la mano de Nicole y en ese instante se percató de que ella parecía un témpano de hielo. Por lo tanto, le dio una toalla y dijo. –¡Ten secarte bien, no te vayas a resfriar!

Asintiendo, Nicole agarró la toalla y se secó el cabello y el rostro. Mientras lo hizo, aprovechó para pedirle algo, evidentemente, le pidió que le guardara el secreto.

Nicole volvió a su hogar esa noche y aún con su ropa húmeda, recorrió todo el lugar, cada rincón tenía guardado un recuerdo, en su mente escuchaba risas en la sala, en la cocina y en el área de la piscina, volvió a revivir cada momento que pasó junto a Thiago y sus hijos.

Sí, quizás muchos lo llamarán tortura, pero ella quiso guardar cada momento en su corazón, pues un mal presagio se apoderó de su corazón, y sintió que no estaría allí por mucho tiempo.

Al terminar su largo recorrido, se dirigió a una de las habitaciones que se encontraba deshabitada. Afuera la lluvia continuó toda la noche, rayos, truenos y relámpagos, la acompañaron en su lamento.

A la mañana siguiente, Thiago despertó y después de una ducha, ayudaba a su pequeño hijo de cuatro años. Rayito se ha convertido en sus ojos y lo cuida como a nadie en esta tierra.

Él ha sido como un trofeo que la vida le dio cuando pensaba que todo estaba perdido. Alberto nació en medio de la batalla con el Cuervo y en la lucha que tenía con la vida.

–¡Papi, mi mamá no volvió! Le dijo mientras su padre lo bestia. ¡No te preocupes, me encargaré de traerla, nadie puede alejarme de ella! Esa fue la contestación que dio su boca, pero en el fondo sabía que todo era más complicado. Nicole lo encontró en la cama con Tania, cuando despertó se encontraba completamente desnudo, al igual que la chica, sabe que eso le traerá un gran dolor de cabeza.

–¡No es necesario, anoche volví por mi propia cuenta! Dijo Nicole desde la puerta.

-¡Niki! Rayo se puso de pie, y caminó hacia ella, no obstante, al querer tocar el brazo de su

esposa, esta lo apartó con disgusto.

–¡No me toques! “Si estoy aquí es por mis hijos”. Las palabras de Nicole sonaron frías, su mundo de cristal se ha roto, así como su corazón.

–¡Nicole, todo tiene una explicación! Aunque ni yo mismo sé lo que sucedió. Lo último, Rayo lo murmuró, a decir verdad, no tiene pruebas que demuestren su inocencia.

Nicole no se atrevió a mirarlo a los ojos, simplemente, pasó a su lado y dijo en voz baja.

–¡No le des preocupaciones a los niños! Luego puso el teléfono de Tania en manos de Rayo.

–¡Dale esto a esa descarada y dile que guardé una copia por si la llegase a necesitar.

En lo que Nicole le ponía los zapatos a Rayito, Thiago se encargó de revisar el teléfono de Tania. Esos mensajes fueron el detonante para que Thiago enfureciera, ahora comprende el enojo de su esposa, los mensajes eran demasiado íntimos, de verdad parecían que los que escribieron se aman mucho.

–¡Nicole, nada de esto es cierto! contestó, Rayo con enojo y continuo; Yo me encargaré de buscar a esa mujer y traerla para que te explique todo. Estos mensajes demuestran que nos tendió una trampa.

–Rayo, “ya basta” se lo ví, además asustas al niño! Advirtió Nicole, al percatarse de que Alberto estaba atento a la conversación.

Pero las cosas no serán fáciles de resolver. La noche anterior, después de que Stanley había dejado a Nicole en la mansión, este hombre recibió una llamada, en la cual le avisaron de que Tania había aparecido en un callejón. Estaba toda golpeada, casi al borde de la muerte y ahora acusa a Thiago como su agresor.

–¡Nadie más pudo haberlo hecho, Rayo se vio descubierto y quiso deshacerse de ella! Stanley también acusaba a Thiago por la condición de Tania.

En el hospital junto a Tania, solamente se encontraba el príncipe de Indonesia y su padre. Este último es más racional y quiso apaciguar a su hijo. –¡Hijo, no juzgues, ese hombre ha sido tu amigo, no se peleen por un lío de faldas.

–¡Padre, esto no es solamente un lío de faldas, sabías que yo amo a la esposa de Rayo, la verdad pensaba casarme con Tania solamente para tener a Nicole cerca, pero Rayo las ha lastimado a las dos.

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