Por Leonardo

Mientras cogía a la chica que trabaja en el primer piso, no podía dejar de pensar en las piernas de Denis.

Me distraje un par de veces pensando en eso.

¿Por qué las esconde debajo de esa ropa ridícula?

Encima la chica del primero, después de terminar esa ronda rapidita, porque la verdad es que no me daba ganas ni para hacerlo un segunda vez, pretendió quedarse y que almorcemos juntos, está loca, le aclaré varias veces que era solo un polvo y fue ella la que se puso en bandeja.

Me encaró muy decidida cuando me vio llegar, ahora que lo pienso, me debió espiar algunos días y al conocer mi rutina, me esperó.

Tengo que aprender a no meterme con las chicas de la oficina, aunque ellas pretendan meterse conmigo.

Pareciera que yo no sé decirle que no a una mujer y eso no es así…al menos no tan así.

Y esas piernas...las de Denis.

Me quedé pensando que son demasiado perfectas.

La llamé para ver si podía ver algo más de sus piernas, en realidad no tenía nada que decirle.

-Sí, Leonard