"¡Mamá!" gritó Lola.
La niña corrió hacia Alondra y la abrazó. Todas las miradas estaban fijas en asombro y sorpresa, incapaces de creer lo que estaban presenciando.
Un ambiente conmovedor rodeaba a Alondra mientras sentía el cálido abrazo de su hija perdida. Se sentía como si Alondra hubiera perdido a Lola durante años, sus emociones eran tan abrumadoras que apenas podía respirar. Estaba asustada y a la vez muy feliz.
"¿Estás bien, cariño? Pensé que te había perdido", dijo Alondra.
Lola rió y asintió. "Soy valiente. Salí del bosque, y el tío Diego me encontró."
Alondra y Diego se m