209. LA CONFUSIÓN CONTINÚA
El Alfa Supremo se quedó callado mirándola, tratando de entender si debía decirle la verdad en ese momento o esperar a ver que ella iba a hacer. Quizás solo necesitaba esperar que ella fuera a hablar, aunque no podía negar que sentía curiosidad de saber si Isis realmente lo amaba como Alfa Supremo, o si su amor por su humano era mayor. Sabía que era una locura estar celoso de una aparte de él, pero no podía evitarlo, por lo que decidió esperar.
— ¿Estás bien, mi Alfa? ¿Cómo va la guerra? —Cambió de tema Isis.
— Estoy cansado, mi Luna —contestó con la verdad. — La guerra apenas está comenzando, pero quería hablar contigo.
— ¡Yo también, mi Alfa! ¡Te extraño mucho! —exclamó ella y tiró de él. — Ven, siéntate aquí junto a mí en la cama.
— Mi Luna, ¿recuerdas la primera vez que me pediste ser tuyo? —preguntó de pronto el Alfa.
— Sí, mi Alfa. No he olvidado todo lo que ha pasado entre nosotros —respondió ella. —¿Por qué lo preguntas?
— ¿Recuerdas también la promesa que me hiciste? —Volvió