No coração da matilha, a vingança é tecida entre segredos e traições. Brad, filho do poderoso Alfa Izan, é consumido por uma sede de vingança contra seu pai e a mulher que causou a morte de sua mãe. Com a raiva como guia, ele procura fazê-los pagar por sua dor e encontra sua oportunidade em Yara Alvarez, uma humana inocente cujo único crime é ser filha da amante de seu pai. Determinado a aniquilar tudo ao seu redor, Brad não hesita em humilhar Yara para fazê-la pagar pelos pecados de sua mãe. No entanto, em sua perseguição implacável, ele descobre uma verdade perturbadora que desafia suas convicções. À medida que a vingança consome seu ser, até onde ele estará disposto a ir para obter justiça? Em um turbilhão de ódio e segredos obscuros, a linha entre vingança e redenção é tênue; Brad terá sucesso ou a espiral de sua própria sede de vingança o levará à ruína?
Leer másLa Luna destinada para un Alfa, compartía un vínculo irrompible y eterno con él. Eso era lo que le dijeron a Génesis Kale durante toda su vida, mientras era criada para ser la única Luna del Alfa Artem, quien ahora la miraba con asco y desprecio mientras abrazaba a la loba Ayla por la cintura.
— Exijo una explicación, ¿Por qué has decidido abandonarme por mi propia hermanastra? ¡Dime qué fue lo que hice mal para merecer tu rechazo, Alfa Artem! —
Aquella loba albina de cabellos de plata y ojos violeta que a ratos se notaban carmín y casi tan rojos como la sangre, gritó por una explicación que sabía que no le sería dada. Su alfa acababa de rechazarla.
Artem se acercó hacia Génesis para mirarla a los ojos; aquella loba tan pálida como la luna y frágil como el cristal, no era lo que él había deseado como su compañera para la eternidad, y mirando de soslayo a la loba Ayla de piel morena como el fuego y ojos salvajes tan verdes como el bosque, sintió asco de aquella loba albina que ya había dormido en su lecho.
— Génesis, la loba blanca de mal augurio, te rechazó ahora y te rechazó para siempre, he tomado como mi nueva Luna a Ayla Kale, y en este momento te expulso de la manada London. Te dejaré marchar sin pertenencia alguna, y si te rehúsas a irte, te mataré con mis propias garras y derramare tu sangre sobre la tumba de tu padre y de tu madre. — dijo el Alfa Artem tomando a la loba albina por el cuello, para luego hacerla caer con violencia sobre el suelo.
La loba Ayla soltó una risa burlona, y mirando a su hermanastra con aires de superioridad, le escupió en la cara.
— Lárgate de una vez, sucia huérfana. Los lobos blancos cargan consigo una maldición, y el Alfa Artem ha sido bastante amable contigo al dejarte ir sin castigo alguno por intentar maldecir a su linaje. Un heredero nacido de tu casta, solo ensuciara a la sangre pura de la manada London, y fue un error del Alfa Maserati el criarte para ser la Luna de su sucesor. ¡Lárgate ahora mismo, asquerosa loba blanca! — gritó la loba Ayla con desprecio.
Limpiándose el rostro y sintiéndose humillada, Génesis vio como varios lobos de aquella manada que la habían acogido cuando era solo una huérfana, se burlaban de ella y la miraban con asco. Aquellas personas que nunca antes le habían mostrado desprecio alguno, la estaban rechazando.
— ¡Fuera, fuera, fuera! — gritaban coléricos muchos de esos mismos lobos que la criaron para ser la Luna del mismo Alfa que acababa de mostrarle sus desprecios.
Poniéndose de pie, miró al Alfa Artem y a la loba Ayla.
— Quiero que me devuelvas el collar de mi madre, es lo único que pido, entrégamelo Alfa Artem, y te juro que no volverás a verme. — pidió Génesis.
El Alfa Artem sacó de entre sus ropas aquel dije de piedra lunar en forma de luna creciente, que era una reliquia de la extinta familia de Génesis. Sosteniéndolo frente a la loba albina, lo dejó caer dentro de un charco de lodo entre los dos, y luego se burló.
— No necesito una reliquia m*****a, así que puedes llevártela, pero, tendrás que tomarla con la boca, ese es tu castigo por meterte en mi cama. — dijo con crueldad el Alfa.
Génesis apretó sus puños hasta que se volvieron rojos, y sus ojos destellaron con un fulgor infernal mientras maldecir internamente a aquel que debía amarla para la eternidad.
Hincándose frente a Artem, se agachó para tomar con la boca aquel collar que era el tesoro más preciado para ella, y al lograr sacarlo, sintió el sabor de la tierra humedecida en sus labios ahora manchados de lodo. Poniéndose nuevamente de pie, se limpió la suciedad de su rostro, y miró con odio al Alfa y a su nueva Luna.
— Te vas a arrepentir de esto, Alfa Artem, y con la madre Luna de testigo, te juro que un día lo lamentaras. — dijo mirando al Alfa Artem directamente a sus ojos de ámbar.
Todos los presentes se burlaron, incluido el Alfa Artem. Abrazando a Ayla de la cintura y caminando con ella hacia su lujosa mansión, dio una última mirada a la loba de cabellos plateados.
— Mi manada London, desde este momento la loba Génesis queda expulsada de mis territorios, y tomo a loba Ayla como mi nueva Luna. Háganle saber a esta sucia albina, que ya no es bienvenida en nuestras tierras. — ordenó Artem con desprecio.
Pronto, todos los lobos que se habían reunido, comenzaron a aullar amenazantes, y tomando tierra del suelo, la arrojaron contra Génesis para hacerla salir de allí.
Su vestido de seda rosa ahora estaba manchado de barro, en su rostro quedó el rastro del lodo que probó con sus labios, y sosteniendo aquel collar entre sus manos, la Loba Génesis corrió hasta quedar exhausta y que sus piernas perdieron las fuerzas, aquel dolor que sentía, aquella humillación sufrida y el sentimiento de soledad que la embargaba, la hicieron sentir una rabia como nunca antes la sintió.
En aquellos verdes y solitarios prados, y con la luna sobre ella, Génesis maldijo aquellas tierras y a su dueño. Nunca más volverían a romperle el alma y el corazón. Llegando a aquella carretera olvidada por dios, derramó sus lágrimas y con sus pies sangrando por el esfuerzo, Génesis vio como un auto se paraba a un costado de la carretera, y un hombre con olor a humano se acercaba hasta ella.
— ¿Estás bien jovencita? ¿Puedo ayudarte? — dijo aquel anciano extendiendo su mano hacia ella.
Notando la amable mirada de aquel viejo humano, la loba Génesis sollozo.
— Por favor, llévame lejos de aquí. — suplicó.
Aquel anciano la ayudo a levantarse, y subiendo a su auto junto a él, Génesis vio como aquella tierra que la acogió y que la vio crecer, iba quedando cada vez más atrás.
En la mansión London, Ayla yacía desnuda en los brazos del Alfa Artem. Finalmente había seducido a ese lobo, y se había convertido en su nueva Luna, mientras Artem sintió una repentina inquietud, pero negándose a ello, besó a su amante.
— Nunca más volveré a ver a Génesis Kale. — musitó.
Sosteniendo entre sus manos aquel collar antiguo, Génesis juro jamás volver al Alfa Artem.
O coração de Roxana batia forte enquanto ela se aproximava da entrada da sala de aula.Seus passos ecoavam pelo corredor, marcando o ritmo frenético de sua excitação reprimida. Ela podia sentir cada respiração como um suspiro de expectativa, uma contagem regressiva para o momento em que veria anos de esforço e sonhos se cristalizarem.—Vocês acreditam nisso? —perguntou, voltando-se para os rostos amorosos de seus pais, com Núbia tendo tomado o lugar de sua mãe, e de seus sogros, que a ladeavam como guardiões de seu destino.—Sempre soubemos que você iria longe —disse Yara, com um sorriso caloroso, colocando uma mecha rebelde do cabelo de Roxana atrás da orelha.—Estou muito orgulhoso, filha —disse seu pai, com a voz carregada de emoção.—Obrigada por estarem aqui, por tudo —murmurou Roxana, sentindo o peso da gratidão encher seu peito.—E Harvey... —começou ela, voltando-se para o marido, cujo apoio havia sido seu farol. —Sem você...—Shhh —Harvey a interrompeu com um olhar carinhoso.
Roxana, já em seu quarto no palácio, observava um par de berços gêmeos, com os pequenos filhotes de lobo ronronando durante o sono. Seus peitos subiam e desciam em um ritmo tranquilo, e suas pequenas mãos agarravam os cobertores que os envolviam.Harvey, ao lado dela, sorriu ao olhar para eles, com o coração cheio de amor e orgulho. Ele mal podia acreditar na sorte que tinha: ter uma parceira e seus dois filhos pequenos, lembrando-se de que quase os havia perdido. O medo percorreu seu corpo ao pensar que, por não ter escutado Roxana no início, tudo poderia ter acabado diferente. Agradeceu à deusa Luna por ter-lhe dado uma segunda chance com a mulher que amava, pois agora estava feliz.—Obrigado, Roxy, por esse presente, por me fazer feliz —disse ele em um sussurro.—E obrigada a você por me ensinar o quanto sou valiosa, por me dar uma nova vida e por me dar a oportunidade de provar a todos que não somos definidos por quem fomos — respondeu Roxana, sorrindo enquanto acariciava gentilme
Roxana estava sentada na primeira fila da aula de Anatomia, mas não estava prestando atenção porque começou a sentir um leve desconforto na barriga.Ela deslizou o olhar pelas páginas do livro didático, os dedos traçando linhas, a luz da sala de aula banhando seu rosto concentrado, iluminando a determinação que havia consolidado seu lugar entre os alunos.Foram meses de trabalho árduo, que se refletiram em notas excelentes e no respeito implícito de seus colegas, que a aceitaram como sua futura rainha e a admiravam.—Senhorita Roxana — chamou o professor, seu tom interrompendo o silêncio estudioso da sala —, a senhora poderia vir aqui e explicar à classe como funciona o aparelho urinário?Ela assentiu com a cabeça, assumindo sua postura real, e seguiu em frente. Mas, a cada passo, parecia liberar algo dentro dela, uma sensação peculiar. Sentiu uma espécie de gotejamento de água fluindo de seu interior. Quando chegou ao professor, uma onda de umidade a surpreendeu.—Roxana! — insistiu
—Tem certeza, Roxana? —perguntou Harvey, com um olhar que misturava preocupação e surpresa. —Acho que não, você estava bem preparada, talvez tenha errado, mas não é possível que tenha falhado.—Sei que é uma decepção para você, porque esperava o melhor, mas... — ela começou a dizer, com tristeza no rosto e a palidez da decepção, mas foi interrompida pelo pai.—Deve haver um erro, além disso, você não pode desistir tão facilmente — disse Jayden calmamente.Mas antes que ela pudesse derramar uma lágrima, Brad interveio com seu tom calmo de sempre.—Espere um pouco. Tem certeza de que fez a busca corretamente?Roxana assentiu com a cabeça, já à beira das lágrimas.Ilan foi até o local onde o anúncio estava publicado e riu, enquanto olhava fixamente para ele, até que apontou para o outdoor.— Parece que alguém precisa usar óculos — disse ele em tom de brincadeira.Roxana franziu a testa e olhou para onde o dedo de Ilan estava apontando. E lá estava seu nome, escrito corretamente, no topo
As páginas do livro viraram rapidamente sob a luz da lâmpada. O relógio marcava meia—noite e lá estava ela, imersa no emaranhado de teorias, determinada a vencer todas as questões que o teste lhe apresentasse. Brad, seu sogro, havia movido céus e terra para lhe dar essa oportunidade, fazendo com que ele fizesse o teste de conhecimento para se qualificar para o bacharelado, no qual foi aprovado, e assim ele estava lá, três semanas depois, preparando—se para fazer o teste de admissão à faculdade de medicina, e não pretendia desperdiçar essa oportunidade, embora seus olhos estivessem implorando por misericórdia enquanto dormia.—Amor, já é tarde", murmurou Harvey, sua presença como um farol na escuridão do escritório. —Você deve descansar, além disso, os bebês querem dormir.—Eles entendem que esse é o sonho da mãe deles e me apoiam, prometo que será apenas mais um capítulo", insistiu ela, quase automaticamente, sem tirar os olhos do texto.—Você sempre diz isso", respondeu Harvey com u
Harvey pegou a mão de Roxana enquanto passeavam pelas ruas de paralelepípedos, suas risadas se misturando com a suave conversa da cidade ao redor deles.Sua missão era desvendar o mundo diante de seus olhos curiosos, desembrulhar cada canto do globo como um presente precioso que ela poderia finalmente receber. Até agora, as cidades históricas, com suas grandes avenidas e praças impressionantes, não passavam de meros produtos de sua imaginação, retirados de livros que ela havia lido escondida na biblioteca da matilha onde cresceu ou de contos de segunda mão que ela comprava quando conseguia escapar, tomando cuidado para não ser descoberta.Mas agora, cada dia revelava novas maravilhas para Roxana: o sol lançando tons dourados nos telhados antigos, o aroma de especiarias exóticas dançando no ar, a sinfonia de línguas estrangeiras cantarolando com as intrincadas melodias da vida, as idas e vindas das pessoas... Tudo era um mundo cheio de maravilhas para ela.Harvey a observava absorver t
Último capítulo