Luego de salir del restaurante, decido llevarla a dar un paseo por Central Park, Adeline es...refrescante y encantadora, le encanta bromear y sus expresiones eran definitivamente algo a lo que volverse adicto, en cuanto llegamos junto a unos carruajes que dan la vuelta al parque, su emoción me hace sentir como si ganara la lotería
— ¿te gusta? — pregunto divertido mientras nos acomodamos en el carruaje, ella asiente emocionada y empieza a besarme el rostro.
— Me encanta, siempre quise subir a uno de estos — asegura sonriendo, entrelaza sus dedos con los míos y disfrutamos del camino
— Traje aquí a las niñas en su cumpleaños número cuatro — recuerdo — Mi madre había decidido que visitáramos a Anne, y nos aparecimos todos aquí en la ciudad. Fue divertido, recuerdo que esa fue la primera vez que probamos el vodka. Digamos que el ruso se ganó