Ese mismo día por la tarde Samira Nazer estaba muy enojada y humillada por haber sido abandonada, lo que más le duele es su orgullo, sabe que su principal rival para lograr ser la esposa de Mustafá es Dalila Salem, una simple madre soltera, una empleada sin importancia, en una empresa pequeña, se da cuenta de que él se ha enamorado de ella y no va a permitir que le quiten la oportunidad de ser la esposa de uno de los empresarios más ricos de Dubái, así que a la hora de la salida de su trabajo, la espera afuera, tiene que hablar con ella y dejarle muy claro que es quién se casará con Mustafá Alamar.

La ve salir de la oficina con el ramo de flores, por un segundo cree que esas flores son de Mustafá y por su mente pasa la idea de atropellarla con el carro, se calma sabe que así no va a ganar nada, así que espera a que se aleje de sus compañeros para acercarse a ella.

— Estoy de paso por aquí, dime a dónde vas, te llevo a tu casa — le dice a Dalila parando su auto al lado de ella.

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