Ella ya sabía que podía apaciguar a ese hombre usando su cuerpo y él también tenía claro ese hecho… Sin embargo, no le importaba que ella lo hiciera.

Jackson… Lo disfrutaba.

—No eres nada tonta, Viky… —susurró él rodeando con sus manos la pequeña cintura de su mujer, y cargándola rápidamente la sentó sobre su escritorio.

Los labios de ambos se encontraron en ese instante con gran rapidez, profundizando un beso apasionado que ninguno de los dos tenía pensado dejar ahí sin más…

Victoria abrió sus piernas apoyando las mismas sobre la cintura de su marido, Jackson comenzó a quitarse la parte superior de sus ropas mientras sus labios no se alejaban de esos suaves sabor fresa que tan excitantes le resultaban y que tan buena pareja hacían con los suyos.

—¡Ah! Jack~ espera… Este escritorio es incómodo… —decía Victoria con su rostro colorado viendo los pectorales de su marido.

Jackson se inclinó más sobre Victoria causando que ella se hiciera un poco hacia atrás, él estiró la mano.

¡CL