Era alucinante sentirse besar por tal hombre, su forma de dejarse llevar por mis labios me dejó más claro que su madurez no solo la carece en aspecto físico y mental, sino en saber cómo dominar sin hacer nada.
—Ya no juegues más, Lauren— se separó de mí.
Su mirada se volvió fría y arrogante.
—El cazador no siempre caza a la presa— anuncie llevando la vista a sus ojos.
— Y no todo cazador se deja cazar tan fácilmente y que la presa no suele actuar con inteligencia ante la adversidad del cazador
Mi boca formó una perfecta "o" mientras esté tomaba distancia.