Lauren
Me sentía muy mal, no sé qué le pasaba a mi cuerpo, pero algo en mí no andaba bien. Estas últimas semanas me la pasé deprimida en casa y pensado en Amir, lo necesito tanto que hubo momentos que me vestía y ponía rumbo al aeropuerto, pero después recapacito y regreso a casa.
La oscuridad de la noche es mi única compañía, mis sueños se volvieron vacíos mientras el arrepentimiento me deja caer en un pozo lleno de agua y a punto de ahogarme.
—Lauren ¿está todo bien? — cuestiona Carlos entrando a mi habitación.
—No, nada esta bien.