¿Te duele? - Las yemas de los dedos de Arturo acariciaron el rostro enrojecido de Jimena la mujer solamente negó con la cabeza.
¡Arturo! - La voz de una mujer los interrumpió y a Jimena no se le había pasado desapercibido la manera en que la recién llegada miraba a Arturo.
Mariana- Arturo también la había saludado con una emoción un poco rara - Déjame presentarte a Jimena Douglas.
Ah tu cuñada - Expresó la mujer.
No ella es mi esposa - Aquella información fue como un balde agua fría su rostro se había cambiado completamente.
No sabía- hasta en su manera de hablar la mujer había cambiado.
Pues ahora ya lo sabes no pensé que te encontraría por aquí- Arturo le había prestado bastante atención a la mujer y entonces Jimena lo recordó, Arturo le había dicho que tenía una mujer que con tan solo el roce de su piel lograba dominarlo.
Quizás sea ella - Susurró Jimena mientras Arturo y Mariana entablaron una conversación Jimena volvió a alejarse y fue en busca de su hermana.
¡Ale! - Jime