El bar no es para nada como me lo imaginé, pienso nada más entramos al lugar.
Lo primero que se me ocurre es: ¿Cómo rayos pretende charlar Duncan en éste lugar?
Las luces se pasean de aquí para allá al ritmo de la música. Música que por cierto retumba haciéndome vibrar los órganos y temblar en los zapatos.
Está demasiado alta.
Las personas bailan sensualmente al ritmo de una canción que no conozco y de pronto comienzo a sentir que ha sido una muy mala idea venir aquí.
Duncan solicita una mesa V.I.P. y un hombre con uniforme nos guía hasta unas escaleras oscuras.
Totalmente oscuras, la verdad.
Subimos las escaleras detrás de él y nos indica una mesa vacía.
Sorprendentemente, el lugar arriba es un poco más silencioso, lo que me hace creer que las paredes tienen algo que ma