Desperté de una forma muy extraña, del otro lado del teléfono habían gritos. ¿Gritos? Sí, gritos. Miré el teléfono y cuando los gritos sesaron volví a dormirme. Desperté a las 11:00 am y ya el habia colgado, pero había dejado un lindo mensaje de buenos días en mi privado. Le respondí de inmediato, me paré de la cama y me vestí. Hoy iba con Anahí y Marcos a comprar unas cosas para una fiesta en la playa que nos habian invitado en unos días. Yo dije que no iba, pero a ellos cuando se le entra una vaina en la cabeza pues eso es.

—¡ALLYSON, ESE ES TU VESTIDO! —gritó An desde el otro lado de la tienda en la que estabamos. Estúpida loca que se pone a gritar para que todos me miren. Las chicas que estaban allí me miraban raro, Marcos cuando me vió empezó a reir.

—Quita la cara de pánico, nena. — dijo burlesco y le lancé un zapato. —¡Ah!